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¿Cuán dispuesto estás a despojarte de tu identidad?


La mayor parte del tiempo el ser humano esta en la inquietante búsqueda de nuestra propia identidad. Muchas veces logramos entender quiénes somos en realidad y en ese momento nos concentramos y nos auto-motivamos. Sin embargo, ¿qué nos pasa al momento de emprender? ¿Cómo se transforma nuestro verdadero propósito en puro EGO? ¿Estás en una inquietante búsqueda de LIKES o reconocimiento? ¿Haces las cosas con el único fin de que mencionen tu nombre?


Deseo compartir un escrito que leí hace poco y me hizo reflexionar sobre la manera en cómo se está comportando la sociedad, donde la mayoría de las personas están en esa búsqueda interna, donde aquellos que tienen mucho no sienten nada y donde los que no tienen nada, sienten mucho.


"¿Necesitas una identidad?. Nuestro sentido de posesión y el apego son trabajo del ego. Sólo nuestro ego se aferra a ideas, a expectativas, a un sentido de la posesión y a lo que pensamos que es nuestra identidad. Tenemos que darnos cuenta que todo lo que tenemos en esta vida es prestado: nuestro cuerpo, nuestras posesiones materiales, las personas que hay en nuestra vida, nuestros logros, nuestros talentos, todo. Somos simplemente guardianes a quienes se nos entregan estos dones y retos para llegar a conocer nuestra propia perfección.


Todos nosotros somos más que ese yo unidimensional que nuestro ego proyecta, pero podemos apegarnos tanto a una identidad concreta que nos olvidamos cómo vivir sin esa personalidad. ¿Quién es Michael Jordan, sino un jugador de balonceto? Cuando finalice su carrera en el baloncesto, ¿dejará de existir? Por supuesto que no. Él es un padre, un marido y un ser humano comprometido con la vida. Al aferrarnos a un solo aspecto de nosotros mismos, limitamos nuestro potencial de alcanzar la plenitud verdadera como una persona completa. Si elegimos pegarnos a una identidad y convertirla en el centro de nuestro ser, cuando nos despojamos de ese aspecto de nosotros mismos nos quedamos sólo con el dolor y el vacío. La naturaleza del ego es agarrarse a lo que es temporal. Cuando elegimos soltar eso, entonces no sólo nos liberamos de una fuente importante de sufrimiento, sino que también estamos abiertos a recibir el regalo de la siguiente etapa de nuestra vida que el universo presenta ante nosotros.


Es el ego quien piensa que somos los dueños de nuestros éxitos y fracasos, cuando en realidad ambos son sólo oportunidades. Necesitamos llegar a un lugar en el que, aunque nos quitaran todos y cada uno de los dones que se nos han prestado, nos sentiríamos igualmente completos. Tenemos que aceptar y apreciar quiénes somos cuando nos despojamos totalmente de nuestras identidades".


Aún en la crítica de muchas personas sobre el porque no creaba mi imagen con mi marca personal, desde lo más profundo de mi alma, no es ni será mi propósito. Hoy estoy, mañana no se. La vida da muchas vueltas y mi experiencia de vida y de negocios me ha confirmado una y otra vez que los negocios van y vienen, pero tu identidad, tu persona, tu reputación no la hace ninguna marca. He aprendido con el paso del tiempo que hoy puedes tener todo lo que deseabas, pero si de repente vas por mal camino, la vida te hace desprenderte de todo lo material y de hasta lo más que amabas para que encuentres nuevamente tu ser. Al final, te das cuenta que no necesitas nada de lo que tenías. Que el verdadero sufrimiento viene cuando le pones más valor a esa casa lujosa, a ese carro del año, a vestir de marca, y no a tu esencia.


¿Cuán dispuest@ estás tú para despojarte de lo que tienes ahora mismo? Visualízate sin nada y sin nadie, y analiza si seguirás siendo la misma persona o si valorarás más tu alrededor. Si estarás llorando todo el día por lo que perdiste o te sentirás en paz en saber que tu Dios nunca te abandonará.


He aprendido muchísimo y solo quiero compartir contigo mis experiencias de vida. Ya no busco más mentores ni libros que digan lo mismo sobre emprender. Ahora busco conocer la verdad absoluta del amor que Dios tiene hacia nosotros y cómo compartir todo lo que tengo y lo que soy con cada persona que se presenta en mi camino.


"Jesús sólo tuvo unos 12 seguidores durante toda su vida. Aunque más de mil millones de personas practican el cristianismo hoy día, Jesús nunca fue testigo de este éxito".


Con cariño,

Mildred Ramírez








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