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Como seres humanos las emociones nos invaden constantemente, desde que despertamos hasta acostarnos, inclusive mientras estamos durmiendo podemos tener diversas emociones. Muchas nos dan satisfacción y nos alegran el día, mientras otras nos irrumpen con enojos, llantos e ira.
En nuestra vida cotidiana tenemos que tomar decisiones constantemente y muchas van de la mano de la emoción en la que nos encontramos en ese momento, la mayoría de las veces sin pensar en las consecuencias. Somos humanos y es normal. No obstante, en el área laboral cambian muchos aspectos de los cuales tenemos que tener la madurez y discernimiento para echar a un lado esas emociones y buscar cuál es la mejor solución a equis problema. Aunque hoy día se ha involucrado más el lado emocional en las empresas, sigue ganando terreno el tomar las decisiones objetivas, realistas y medibles versus corazonadas, intuición o con emociones envueltas.
Comenzando mi carrera profesional tuve un jefe/mentor que siempre decía que en los negocios se vale ser sentimental pero nunca emocional, cuando de tomar decisiones se trata. Recuerdo mi primera experiencia despidiendo personal, lo cuál es una de las peores decisiones que se toman en los negocios y peor aún tener que dar esa terrible noticia. Recuerdo que me dijo, “si tienes que llorar, llora ahora… pero encierras esa emoción en lo más profundo y haga su trabajo”.
Constantemente ocurre en todos los negocios. Se toman decisiones dejándose llevar por enojos momentáneos, hacen despidos injustificados, cambian de suplidor sin medir consecuencias ni analizar números, deciden ingresar un nuevo producto porque tienen la intuición que se venderá bien, entre muchas más.
Dentro del proceso de tomar decisiones, que de por sí es complicado, se recomienda hacerse con datos reales, involucrar otras personas o gerenciales y analizar cada posible solución para lograr los resultados que la empresa desea. Así que en el momento de tomar decisiones es importante razonar con números o estadísticas y alejar las emociones que puede influir en las mismas.