No cabe duda que trabajar desde el hogar es una de las mejores maneras de trabajar hoy día. No solo nos quitamos los gastos de cuido de niños, gasolina, peajes, tapones; sino que aumenta la productividad porque maximizas tu tiempo al máximo y te sientes libre.
Sin embargo, les cuento que para mí al principio no fue nada fácil. Acostumbrarte a estar todo el día en la casa y dividirnos la mente en 20 tareas es cuesta arriba. Les cuento por mi experiencia que todos los días me levantaba más o menos entre 7:30 a 8:00am, ya que tengo una niña de alarma, jaja. Rápido preparaba el desayuno y la acomodaba en su cuarto a jugar para así poder comenzar a trabajar. Al principio era un desastre, ya que sabía que tenía que lavar ropa, doblar la de la secadora, fregar lo que había ensuciado del desayuno, esterilizar botellas, estar pendiente de ella cada momento, cocinar para ambas, en fin… tenía en mente hacer los quehaceres del hogar y además trabajar.
Me volví loca, en sentido figurado, porque al final del día no había hecho nada de mi trabajo más sin embargo mi casa estaba igual. Así que busqué información en internet y después de leer varios artículos interesantes decidí organizarme.
Al ser madre soltera todo se complica un poco, pero nada que no podamos manejar. Así que si estás trabajando desde tu hogar o planificas hacerlo, te brindo algunos consejos personales:
Establece un horario- es muy difícil establecer un horario fijo, pero si podemos establecer cierta cantidad de horas que debemos trabajar. Todo depende del tipo de persona que seas. Puedes ser madrugador o nocturno, lo importante es completar las tareas no importa el tiempo establecido.
Bloqueo metal en horas de trabajo- una de las cosas que me ayudo a avanzar en mi trabajo en el hogar, fue mentalizarme en que estoy trabajando y no puedo hacer cosas del hogar mientras estoy trabajando. Nada de fregar, lavar, doblar, recoger, pasar mapo… en fin, nada.
Establecer horas de descanso o almuerzo- es bueno establecer algún tiempo, ya sea 15, 20 o 30 minutos de descanso y/o un tiempo fijo de almuerzo. Yo cometía el error de no comer y seguir corrido para “adelantar”, pero si no alimentamos bien nuestro cuerpo las energías se almacenan, lo que produce un metabolismo más lento y comencemos a ver esas libritas de más. Así que debemos tener en mente que podemos comer, para agilizar el proceso y mientras más saludable y liviano mejor. También podemos preparar nuestras comidas de ante mano.
Eliminar distracciones- si eres de las personas que los ruidos le molestan, deben buscar un lugar en su hogar donde puedan trabajar tranquilos. En mi caso los ruidos no me molestan (excepto los “trimmers), al contrario, me gusta trabajar escuchando música y puedo ponerle películas a mi hija sin distraerme. Muchas veces trabajamos con el whatsapp abierto (si tiene que ver con el negocio) pero debemos ignorar aquellos mensajes de personas que nos desenfocan o poner el chat en mute.
Buscar tus mejores horas productivas- casi siempre trabajo desde la mañana hasta las 4 o 5 pm para luego atender mi casa y mi hija. Luego a partir de las 8pm-9pm cuando la acuesto y este todo set, vuelvo a trabajar hasta la madrugada. Ahí es cuando más me concentro y relajada me siento.
Organízate y se responsable- siempre ocurren imprevistos que te pueden sacar de tu rutina de trabajo. En mi caso, diligencias en la calle, citas médicas, visitar clientes, etc., lo más importante es organizar tu agenda y reponer las horas perdidas. La mayoría de las veces se reponen esas horas durante los fines de semana.
Una vez establezcas estos puntos o algunos otros personales, estoy segura de que podrás trabajar desde tu casa con éxito. Recuerden que cada uno es diferente y debemos buscar nuestras fortalezas y debilidades e ir trabajando en ellas poco a poco. No hay un libro exacto sobre el camino al éxito. Cada uno de nosotros debemos definirlo. Conócete, evalúate, si es necesario busca ayuda de personas que puedan darte apoyo y nunca pero nunca te des por vencido.